Perder en un desafío o discusión, especialmente si es el retador; que se va "llorando", "tragándose los mocos". Usado así en Argentina
Ser una persona muy ingenua, incauta.
En la jerga juvenil de España, "comerse los mocos" o "estar a dos velas" significa tener muy escasa actividad sexual. Hay quien dice que también significa no tener éxito con las chicas o chicos.